Eunice Santillan Eunice Santillan

Cuando la salud de nuestros hijos nos lleva a considerar la suplementación

La suplementación puede ser útil en niños con problemas de salud o restricciones alimentarias, pero debe usarse con precaución. Un exceso de vitaminas puede causar efectos adversos e incluso daño permanente. Siempre es mejor contar con orientación médica, revisar las dosis y evitar suplementar por largos periodos sin control.

Como madre de dos pequeños (de 5 y 6 años), sé lo que es preocuparse día a día por su bienestar. Pero cuando uno de nuestros hijos enfrenta problemas de salud —desde alergias alimentarias hasta trastornos digestivos o dificultades de desarrollo— la alimentación se vuelve un reto aún mayor. En estos casos, la suplementación puede ser una aliada… siempre y cuando se maneje con precaución.

Muchos niños con condiciones médicas tienen restricciones o intolerancias que dificultan una nutrición completa. Por ejemplo, algunos rechazan frutas y vegetales por sus texturas, lo que limita el acceso a vitaminas y minerales clave. En estos escenarios, es comprensible que las madres busquemos otras vías para compensar esas carencias.

Sin embargo, aunque los suplementos son de libre venta, eso no significa que sean inofensivos. La suma de varios productos en un solo día puede generar un exceso de ciertos nutrientes, y ese exceso, lejos de ayudar, puede enfermar. Por eso, siempre es ideal contar con la guía de un médico o nutricionista, especialmente si nuestro hijo ya tiene un diagnóstico médico o está en tratamiento.

Algunas vitaminas, cuando se consumen en cantidades elevadas, pueden causar síntomas alarmantes como vómito, diarrea, fatiga, hemorragias o incluso caída del cabello. En la mayoría de los casos, estos efectos desaparecen al suspender el suplemento, pero una exposición prolongada puede generar daños más serios, como cálculos renales o hepáticos.

Por ejemplo, en niños menores de 8 años, dosis de 500 mg de vitamina C al día —aunque es una vitamina soluble— pueden causar molestias gastrointestinales. El cuerpo elimina el exceso, sí, pero eso no significa que no afecte.

¿Qué podemos hacer como madres?

  1. Revisar todo lo que les damos: leer etiquetas, sumar los miligramos por dosis, y no guiarnos solo por el % de valor diario recomendado (muchas veces no está calculado adecuadamente para niños).

  2. Consultar fuentes oficiales: en Ecuador, por ejemplo, tenemos la norma INEN 1334-2, que ofrece parámetros de referencia, aunque necesita ser actualizada.

  3. Evitar suplementar por largos períodos: a veces unas semanas son suficientes. Luego, lo mejor es observar cómo evoluciona la salud del niño y volver a evaluar.

Si tienes dudas y no puedes acceder a un especialista en el momento, lo más responsable es suspender temporalmente la suplementación. La intención es buena, pero en salud, “más” no siempre es “mejor”.

Como madres, hacemos todo lo posible por cuidar a nuestros hijos. Informarnos bien es también una forma de protegerlos.

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KIT BÁSICO DE MEDICAMENTOS PARA UN VIAJE

Con niños pequeños siempre es mejor estra prevenidos, quiero compartirles los medicamentos que me han salvado en momentos donde por distancia u horario no hubiera podido acceder a medicamentos de manera oportuna.

Supongo que tener 2 niños aún pequeños de (5 y 3 años), me mantienen con la preocupación de adelantarme a cualquier malestar de salud que se les presente, sobre todo si estamos de paseo o un viaje y no conozco dirección o el horario de las farmacias. Mis niños comunican muy poco y a veces solo lloran lo que no siempre es por algún dolor. Sin escribir mucho, aquí les recomiendo mi kit básico de medicamentos de la mochila para salir de casa:

  1. PARACETAMOL EN JARABE 160mg/5ml, esto va para casos de fiebres o dolor

  2. PARACETAMOL SUPOSITOSITORIOS 300mg/dosis, en el caso que se hayan dormido profundamente y sigan con fiebre alta, o si tienen vómitos con fiebre.

  3. VONAU FLASH 4mg, pastillas masticables contra los vómitos

  4. METOCLOPRAMIDA en gotas 2.6mg, para reforzar en caso de vómitos frecuentes

  5. DEXTROMETORFANO 300mg/100ml, si les da tos seca, esa que hacen un sonido como si quieren ladrar (por eso se le conoce como tos de perro) o un sonido como de foca.

  6. AMBROXOL CLORHIDRATO 15mg/5ml, para la tos con flema

  7. LEVOCETIRIZINA 2.5mg/5ml, esto es si tienen muchos estornudos por alergia, si se les irrita la piel o les pican insectos y se nota que han iniciado un episodio de alergías sean respiratorias o tópicas

  8. ALERCET DF Cetirizina 5mg + Fenilefrina 10mg/5ml, si inician con moqueo frecuente sea por gripe o alergias

  9. SIMETICONA 100mg/ml, sea en gotas o pastillas masticables, por si se llenan de gases o tienen molestias estomacales

OTROS MEDICAMENTOS DE USO EXTERNO:

  1. HISTACALM (Óxido de Zinc, Benzocaína) que es una loción de color rosado, para aliviar picaduras de insectos, quemaduras de sol, y otras irritaciones

  2. DIPROGENTA (Dipropionato de betametasona y Sulfato de gentamicina), es una crema que propiedades antibacteriales y efectos antiinflamatorios, bactericidas y vasoconstrictores, además reduce el picor.

Espero esta lista ni tan corta, ni tan larga les sirva en algún momento, las dosis es mejor consultarlas con el pediatra, pero con la medicina a mano, se salva uno de cualquier apuro con los niños.

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